Millones de familias podrían quedarse sin acceso a alimentos a partir de noviembre
Estados Unidos | Los bancos de alimentos y despensas comunitarias de Estados Unidos se preparan para una ola de personas hambrientas tras el anuncio del gobierno de Donald Trump de no usar el fondo de contingencia para mantener activa la ayuda alimentaria federal SNAP durante el cierre de gobierno.
El Departamento de Agricultura (USDA) confirmó que no se emitirán beneficios a partir del 1 de noviembre, lo que afectará a 40 millones de estadounidenses, alrededor de uno de cada ocho. Los estados que intenten cubrir temporalmente el costo no recibirán reembolso.
Organizaciones como Feeding America advierten que el impacto será “catastrófico”, ya que SNAP representa nueve veces más alimentos que los que proporcionan las despensas caritativas. Varios estados, como Nueva York y Nuevo México, anunciaron fondos de emergencia para mantener abastecidos sus bancos de alimentos, pero otros, como Arkansas, pidieron a los beneficiarios buscar ayuda entre familiares o amigos.
Voluntarios y directores de programas en todo el país describen una demanda sin precedentes y almacenes “vacíos como nunca antes”. La falta de apoyo federal, sumada a la inflación y recortes previos, amenaza con agravar la crisis alimentaria en las comunidades más vulnerables del país.











