Autoridades de Baja California investigan un caso inédito en la región: un grupo criminal presuntamente utilizó sangre humana en rituales de santería, tras asesinar a tres personas en Tijuana. De acuerdo con la fiscal estatal, María Elena Andrade Ramírez, los cuerpos fueron hallados dentro de un vehículo y presentaban huellas de violencia extrema. Los responsables, conocidos como “El Santero”, habrían llegado de otro estado con el objetivo de establecer su liderazgo criminal en la frontera.
Los especialistas señalan que la utilización de altares y ofrendas con animales o sangre forma parte de esquemas de “protección espiritual” adoptados por células delictivas. “Una célula del crimen organizado se mueve con todo su esquema, incluyendo sus rituales y figuras de protección”, explicó el investigador del COLEF, Dr. Alberto Hernández, quien precisó que no todas las prácticas de la santería implican sacrificios, pero algunos grupos recurren a estos elementos como parte de su control y creencias.
El caso ha reabierto el debate sobre maltrato animal y prácticas rituales. Según Frank Ortiz, de Abogados Animalistas de México, la Suprema Corte ya ha establecido que el sacrificio de animales en rituales no puede considerarse un derecho religioso y constituye un delito. Vecinos de la zona aseguran que este tipo de rituales han existido en Tijuana desde hace años, pero que ahora comienzan a salir más a la luz debido al involucramiento del crimen organizado en su práctica.
