Esta es la voz de una madre que busca a su hija desaparecida en la frontera de Tijuana.
La joven Liz Puga desapareció el 5 de julio del 2020, el último rastro de ella fue en su casa en Otay; ya había comentado que alguien la acosaba y justo horas antes de su desaparición su vehículo sufrió un atentado cuando le arrojaron una bomba molotov.
Su mamá, la señora Alejandra Vega, pidió a la ciudadanía que aporte cualquier información que ayude a dar con el paradero de su hija; las esperanzas de encontrarla con vida son mínimas tras dos años desaparecida y la poca atención que ha recibido el caso por parte de las autoridades; motivos que orillaron a sus seres queridos a salir a la calle para levantar la voz exigiendo justicia.
Liz Puga es uno de los cientos de casos de desaparición que existen en México; en los últimos años, el colectivo Todos Somos Erick Carrillo ha localizado más de 800 personas desaparecidas en Baja California y otros estados, y tristemente la estadística de mujeres desaparecidas va en aumento.
Las marchas de familiares, amigos y colectivos de personas desaparecidas tienen dos objetivos: uno, recordar y pedir información a la ciudadanía para que aparezcan las víctimas, y dos: exigir que las autoridades hagan su trabajo, y brinden justicia en todos los casos.