Su retiro genera incertidumbre entre comercios por ajustes en precios y cambio
Estados Unidos | El centavo estadounidense dejó de producirse este miércoles, luego de que la Casa de la Moneda acuñara la última pieza en Filadelfia bajo supervisión del tesorero Brandon Beach, cumpliendo la orden del presidente Donald Trump de suspender su fabricación debido a su alto costo.
La moneda, vigente desde hace 238 años y aún válida como medio de pago, dejó de ser rentable, pues producir cada centavo cuesta casi cuatro veces su valor. Su eliminación provoca dudas entre comercios que deben ajustar precios, redondear montos o pedir a clientes que aporten centavos para completar el cambio.
Especialistas advierten que el retiro será complicado para minoristas debido a la falta de lineamientos federales, mientras algunos estados y ciudades exigen entregar cambio exacto, limitando la opción de redondeo. Organizaciones señalan que otros países tuvieron planes de transición más claros al retirar monedas de baja denominación.
Aunque la medida busca ahorrar costos, su efecto podría diluirse porque acuñar más monedas de cinco centavos implica un gasto mayor para el gobierno. Comercios y consumidores también absorberán costos adicionales derivados del redondeo obligatorio en varias regiones del país.












