El caso expone riesgos legales y temores de ser enviado a Uganda
Estados Unidos | La solicitud de asilo en Estados Unidos presentada por Kilmar Abrego García es vista por expertos como una estrategia legal acertada para ganar tiempo frente a los intentos de la administración Trump de deportarlo. Sin embargo, especialistas advierten que la apuesta conlleva riesgos y podría derivar en su regreso a la temida prisión salvadoreña donde asegura haber sufrido maltratos.
Abrego García, de 30 años, fue deportado por error a El Salvador en marzo, pese a que un fallo de 2019 prohibía enviarlo a ese país debido a las amenazas de pandillas que había sufrido junto a su familia. Tras su retorno forzado, el migrante se convirtió en símbolo de las políticas migratorias de Trump.
En junio, una orden de la Corte Suprema permitió que volviera a Estados Unidos, aunque solo para enfrentar acusaciones de tráfico de personas, que sus abogados califican como “absurdas y vengativas”. Ahora, la administración busca deportarlo a Uganda, bajo el argumento de que “no quiere regresar a El Salvador”, según Stephen Miller, arquitecto de la política migratoria de Trump.
El migrante advirtió que Uganda tampoco es un destino seguro, pues teme persecución, tortura o incluso una eventual deportación a El Salvador desde ese país. Su caso permanece en tribunales, donde se definirá si podrá permanecer bajo protección en Estados Unidos.