San Diego | Bill Walton, ícono deportivo de San Diego, falleció este lunes a los 71 años después de una larga batalla contra el cáncer.
Walton, conocido por su imponente figura de casi 7 pies de alto y un carácter único, fue campeón de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) en dos ocasiones con UCLA y campeón de la NBA en dos ocasiones, además de ser incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto.
Importantes figuras del medio como el expresidente Barack Obama, el alcalde Todd Gloria, La YMCA, ESPN, LA Clippers y La Fundación de Atletas Desafiados, lamentaron su partida.
Walton comenzó su carrera destacada en el baloncesto bajo la dirección del entrenador John Wooden en UCLA, donde se convirtió en tres veces jugador nacional del año y llevó a los Bruins a una racha de victorias históricas.
En la NBA, jugó para los Portland Trail Blazers, los San Diego/Los Ángeles Clippers y los Boston Celtics, a pesar de que su carrera fue interrumpida por lesiones crónicas en los pies. Su impacto en el deporte fue significativo, a pesar de sus estadísticas relativamente modestas.
Además de su éxito en la cancha, Walton se convirtió en una figura querida en el ámbito de la transmisión deportiva, ganando un premio Emmy y siendo reconocido como uno de los 50 mejores comentaristas deportivos de todos los tiempos por la Asociación Americana de Locutores Deportivos. Su carrera como comentarista lo llevó a trabajar para CBS, NBC, ABC/ESPN y la red Pac-12.
Walton también era conocido por su pasión por la música, especialmente por la banda Grateful Dead, y por su compromiso con causas sociales, como la lucha contra la falta de vivienda en su ciudad natal de San Diego.
A Walton le sobreviven su esposa Lori y sus hijos Adam, Nate, Chris y Luke.