Más de 1,000 empleados de Starbucks en EE.UU. iniciaron una huelga por el nuevo código de vestimenta, que exige ropa más limitada sin haber sido negociada con el sindicato.
Starbucks defiende la medida como parte del plan “Back to Starbucks” para mejorar la experiencia del cliente, pero trabajadores critican que no atiende problemas operativos reales.
La empresa minimizó el impacto del paro y pidió reanudar las negociaciones. El sindicato presentó una queja formal ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales.