Numerosos drones sobrevolando el condado de Morris, en Nueva Jersey, han despertado preocupación entre los habitantes de la zona y activado investigaciones por parte de las autoridades. Aunque hasta ahora no se ha identificado un riesgo directo para la seguridad pública, se pide a los residentes que reporten cualquier avistamiento a las agencias correspondientes, incluyendo la Policía de Randolph y el FBI.
El fenómeno ha comenzado a mostrar repercusiones tangibles. Un helicóptero médico que se dirigía a atender un accidente en Somerset County el pasado 26 de noviembre tuvo que desviar su ruta debido a la presencia de drones cerca de la zona de aterrizaje, retrasando el traslado de un paciente en estado grave. Aunque el helicóptero logró completar su misión desde un aeropuerto cercano, este incidente subraya los riesgos inherentes a las operaciones no reguladas de estos dispositivos.
Mientras el FBI y la Administración Federal de Aviación (FAA) intensifican las investigaciones, la FAA ha emitido restricciones temporales de vuelo sobre áreas sensibles como Picatinny Arsenal y Trump National Golf Club Bedminster. Los operadores de drones que realicen actividades peligrosas enfrentan multas de hasta $75,000 y la posible revocación de sus licencias. Entre tanto, la comunidad aguarda explicaciones sobre un fenómeno que ha convertido los cielos nocturnos en un misterio inquietante.
