El caso de Marie Blaise reaviva críticas por negligencia médica y condiciones inhumanas
Florida | Marie Blaise, ciudadana haitiana de 44 años, falleció el pasado 25 de abril en el centro de detención Broward Transitional Center, en Florida, tras quejarse por horas de un intenso dolor en el pecho. Su muerte eleva a siete las personas migrantes fallecidas bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en los tres primeros meses del segundo mandato del presidente Donald Trump.
Blaise fue detenida en febrero en las Islas Vírgenes y trasladada entre centros hasta su ingreso a Broward, donde estuvo recluida 20 días sin recibir atención médica adecuada, según denuncias.
Las otras seis muertes ocurrieron en Arizona, Texas, Misuri, Puerto Rico y también en Florida. Las víctimas tenían entre 27 y 55 años, originarias de países como Haití, Honduras, Colombia, República Dominicana, Vietnam, Ucrania y Etiopía. Algunas, como el ucraniano Maksym Chernyak, ingresaron legalmente pero fallecieron semanas después de ser detenidos.
Organizaciones civiles y legisladores, como Sheila Cherfilus-McCormick, han denunciado condiciones inhumanas, negligencia médica y hacinamiento en los centros del ICE, además de exigir una investigación independiente sobre cada caso.
Pese a que el ICE asegura brindar atención médica y condiciones seguras a los detenidos, investigaciones previas revelan que el 95% de las muertes registradas entre 2017 y 2021 pudieron evitarse con atención adecuada, y que los errores médicos fueron frecuentes.
En medio de la política migratoria de deportaciones masivas del nuevo gobierno de Trump, defensores de derechos humanos advierten que la saturación de los centros ha agravado la situación, con instalaciones operando por encima de su capacidad y sin recursos suficientes.