San Diego – La prolongada crisis por el flujo de aguas residuales en South Bay ha recibido un nuevo impulso hacia su solución, gracias a la puesta en marcha de una tercera bomba desde el otro lado de la frontera. Este nuevo esfuerzo, reportado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), comenzó a operar el miércoles por la tarde y tiene como objetivo reducir la cantidad de agua contaminada que afecta la zona.
La instalación de esta bomba es resultado de una inspección realizada el lunes por un grupo de expertos, quienes confirmaron que el equipo ya está mostrando resultados positivos en el control del flujo de aguas residuales. Este problema ha sido una de las mayores preocupaciones ambientales en la región, ya que millones de galones de desechos provenientes del río Tijuana han provocado el cierre de Imperial Beach durante más de 1,000 días consecutivos.
La activación de esta tercera bomba ha traído una renovada esperanza tanto para los científicos que monitorean la situación como para los residentes y propietarios afectados por la contaminación. Sin embargo, los expertos advierten que los próximos días serán cruciales para evaluar el verdadero impacto de esta medida en la calidad del aire y el medio ambiente de la zona.
