Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, expertos advierten sobre el riesgo que enfrentan programas clave de alivio de préstamos estudiantiles, incluido el plan SAVE (Saving on a Valuable Education). Este esquema, introducido por la administración Biden, recortó significativamente los pagos mensuales para millones de prestatarios y estableció un camino más corto hacia la condonación de deudas para quienes tienen balances más bajos.
La popularidad del plan SAVE fue inmediata, con alrededor de 8 millones de prestatarios inscritos desde su lanzamiento en 2023. Sin embargo, enfrenta serios desafíos legales liderados por fiscales generales republicanos de Kansas y Missouri, quienes argumentan que Biden intentó eludir la decisión de la Corte Suprema que bloqueó una cancelación masiva de deuda en junio de 2023. La incertidumbre también rodea otras iniciativas relacionadas con préstamos estudiantiles, incluidas las reglas más flexibles para la bancarrota.
Defensores de los consumidores han expresado preocupación por las posibles acciones de Trump, quien en su campaña criticó los esfuerzos de condonación de deuda como “viles” e “ilegales”. La administración Trump podría desmantelar o reducir significativamente programas que han proporcionado alivio financiero a millones de estadounidenses, impactando a más de 40 millones de prestatarios con una deuda federal acumulada de $1.6 billones.