Estados Unidos inició redadas migratorias tras el segundo mandato de Trump, deportando a 346 personas en el primer día. Bajo nuevas directrices, el ICE actúa en lugares antes protegidos, como escuelas e iglesias. El zar fronterizo Tom Homan anticipó que las operaciones se intensificarán.
Bajo la nueva política migratoria, Chihuahua, Tamaulipas y Sonora recibieron 346 deportados, priorizando a quienes representan una amenaza, aunque cualquier indocumentado está en riesgo. El temor a las redadas vació ciudades como Chicago, mientras se espera que otras urbes enfrenten operativos. Trump designó a Derek S. Maltz como administrador interino de la DEA para fortalecer el control migratorio y la seguridad.