El primer ministro canadiense busca evitar tensiones comerciales y proteger el pacto comercial de América del Norte
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, viajó este viernes a Florida para cenar con el presidente electo Donald Trump en Mar-a-Lago. La reunión surge tras amenazas de Trump de imponer un arancel del 25% a productos canadienses si no se detiene el flujo de drogas e inmigrantes.
Acompañado por Dominic LeBlanc, ministro de Seguridad Pública, Trudeau expresó su intención de resolver las diferencias mediante conversaciones constructivas. En Canadá, afirmó que el diálogo será clave para garantizar resultados beneficiosos para ambos países.
Trump calificó a Trudeau como “débil” en el pasado, pero el mandatario canadiense destacó el éxito previo al renegociar el acuerdo comercial de América del Norte, considerándolo un “ganar-ganar”. Trudeau reiteró que la relación entre ambos países sigue siendo una de las más fuertes del mundo.
Ambos líderes discutieron las preocupaciones de Trump sobre migración y tráfico de fentanilo, con Canadá comprometiéndose a fortalecer su seguridad fronteriza. Aunque no se detallaron acuerdos específicos, Trudeau destacó que el diálogo permitirá proteger el pacto comercial norteamericano y evitar mayores tensiones económicas.
Estas tensiones arancelarias podrían impactar la economía canadiense, especialmente en sectores como la agricultura. Trudeau enfatizó que trabajará para proteger los intereses canadienses y fomentar la cooperación bilateral.
