Ofrecen altas remuneraciones para mejorar la droga y evitar dependencia de insumos extranjeros
Estados Unidos | Según investigaciones de The New York Times, los cárteles mexicanos incorporan estudiantes de química de universidades locales para trabajar como “cocineros” en laboratorios clandestinos de fentanilo. Este movimiento busca fortalecer la producción de la droga, haciéndola más potente y adictiva, mientras disminuyen la dependencia de precursores químicos importados de China.
Los reclutadores investigan detalladamente a estudiantes prometedores, acercándose a sus círculos personales para atraerlos con ofertas laborales que incluyen salarios de más de 16 mil pesos mensuales. Estos jóvenes asumen roles clave, desde dirigir experimentos químicos hasta supervisar la producción a gran escala.
La pandemia de COVID-19 influyó en esta estrategia al ralentizar las cadenas de suministro químico, obligando a los cárteles a innovar en sus métodos. Funcionarios estadounidenses han señalado que este reclutamiento podría marcar una nueva etapa en la crisis del fentanilo, con laboratorios más autosuficientes y una droga más letal.
Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha reiterado su compromiso de frenar la importación de fentanilo durante su administración, destacando una postura agresiva hacia los cárteles y sus operaciones transfronterizas. Mientras tanto, jóvenes químicos detenidos en laboratorios clandestinos ilustran los riesgos de este fenómeno creciente.