Docentes, familias y miembros de la comunidad se reunieron esta semana, en distintas escuelas del Distrito Escolar Unificado de San Diego para manifestar su apoyo a la educación pública y exigir avances en las negociaciones del contrato colectivo.
La movilización, organizada por la Asociación de Educadores de San Diego (SDEA), que representa a más de 6,500 docentes, busca presionar al distrito para que atienda propuestas clave, como el aumento salarial que lleva tiempo pendiente.
En 2023, los educadores aceptaron aplazar las conversaciones sobre el salario correspondiente al ciclo 2024-2025, con el fin de dar al distrito tiempo para revisar sus finanzas. Sin embargo, desde que comenzaron las negociaciones en febrero, las autoridades escolares no han respondido a ninguna de las propuestas salariales presentadas.
Esta falta de respuesta agrava la crisis de contratación y retención que ya afecta a programas fundamentales como Educación Especial. A medida que se acerca el verano, los miembros de la asociación han intensificado su demanda de soluciones concretas.
Estas negociaciones forman parte de una lucha más amplia por la defensa de las escuelas públicas en California. La campaña estatal “We Can’t Wait” une a 80,000 educadores en 32 distritos escolares del estado, quienes exigen inversiones locales para contar con escuelas totalmente dotadas de personal, mejores salarios para el magisterio y entornos escolares seguros y estables.
