El gobernador de California, Gavin Newsom, presentó un presupuesto estatal de 322,000 millones de dólares en respuesta a los desafíos financieros derivados de los déficits presupuestarios de los últimos dos años.
Este presupuesto sirve como una medida provisional mientras el estado espera la posición del presidente entrante, Donald Trump, y la posible revocación de miles de millones de dólares en fondos federales, lo que podría obligar a los legisladores a realizar drásticos recortes en programas esenciales. Aproximadamente un tercio del presupuesto de California depende del financiamiento federal, lo que incluye fondos significativos para los servicios de atención médica. Con la toma de posesión de Trump el 20 de enero, Newsom debe firmar el presupuesto final en junio.
En respuesta, los legisladores californianos ya han convocado una sesión especial para considerar una asignación adicional de 25 millones de dólares a la oficina del fiscal general Rob Bonta para enfrentar posibles desafíos legales del gobierno federal. Además, los senadores estatales han propuesto fondos adicionales para ofrecer servicios legales gratuitos a las comunidades inmigrantes.