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San Diego | El USS Abraham Lincoln, un portaaviones de clase Nimitz, volvió a su base en San Diego después de un despliegue de cinco meses en la región del Indo-Pacífico y Medio Oriente.
Durante la misión, recorrió más de 55,000 millas náuticas y colaboró con aliados en puertos de Guam, Malasia, Pakistán, Singapur y Tailandia, además de realizar operaciones conjuntas con otros portaaviones.
El grupo de ataque llevó a cabo misiones clave, incluidos ataques contra territorios hutíes respaldados por Irán en Yemen, utilizando por primera vez la variante F-35C Lightning II en combate.
Además, los destructores protegieron rutas marítimas comerciales en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, reforzando la seguridad contra amenazas regionales y reafirmando el compromiso de Estados Unidos con sus aliados.
