La universidad acusa represalia política; más de 6,700 alumnos extranjeros están en riesgo de expulsión
Estados Unidos | Una jueza federal en Massachusetts suspendió temporalmente la medida del Gobierno de Donald Trump que revocaba la autorización de Harvard para matricular estudiantes internacionales, luego de una demanda urgente presentada por la universidad el pasado viernes.
Harvard argumenta que la revocación de su certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio es una represalia por negarse a cumplir con demandas ideológicas impuestas por la administración Trump. La jueza Allison Burroughs, quien también examina una demanda por la congelación de $2,650 millones en fondos federales, falló a favor de mantener temporalmente el estatus migratorio de sus estudiantes extranjeros.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, justificó la decisión alegando que la universidad no entregó registros de conducta de alumnos extranjeros y acusó a Harvard de “perpetuar un ambiente hostil al estudiante judío y simpatizante de Hamas”.
El fallo evita, por ahora, que más de 6,700 estudiantes internacionales pierdan su estatus legal o deban transferirse, mientras la universidad libra una batalla legal por su autonomía académica y el respeto a la Primera Enmienda.