La administración Trump suspendió todos los vuelos para refugiados afganos aprobados para reasentarse en EE.UU., tras una orden ejecutiva que bloquea admisiones desde el 27 de enero. La medida ha alarmado a defensores, quienes la consideran repentina y preocupante.
La suspensión de vuelos para refugiados afganos ha generado incertidumbre entre familias y defensores, afectando a miles que aún enfrentan amenazas de los talibanes. Según el Departamento de Estado, unos 1,660 afganos aprobados para reasentarse, incluidos familiares de militares, han visto sus planes cancelados, lo que pone en duda el compromiso de EE.UU. con sus aliados.