El huracán Helene ha provocado una severa devastación en el sureste de Estados Unidos, dejando al menos 90 muertos y más de un millón de personas sin electricidad en las Carolinas y Georgia. La tormenta, que impactó Florida como un huracán de categoría 4 antes de debilitarse, causó inundaciones históricas y destruyó comunidades enteras en varios estados.
En Carolina del Norte, Asheville es una de las áreas más afectadas, con carreteras intransitables y cortes de energía que han aislado a la ciudad. Más de 600 personas han sido reportadas como desaparecidas, y continúan las operaciones de búsqueda con la asistencia de la Guardia Nacional. El gobernador Roy Cooper ha informado sobre la magnitud de la tragedia, y los esfuerzos para enviar suministros a las zonas más golpeadas se mantienen en curso.
El presidente Joe Biden ha asegurado asistencia federal para apoyar los esfuerzos de recuperación, mientras que las pérdidas económicas estimadas se sitúan entre 145 y 160 mil millones de dólares. Las labores de rescate siguen en marcha con el despliegue de más equipos en las áreas afectadas.
