Tijuana —Este fin de semana, las calles de la Avenida Revolución fueron testigos de una innovadora presentación: varios burrocebras elaborados en madera, un prototipo que busca sustituir a los burros vivos, considerados un ícono de la cultura tijuanense. Esta iniciativa surge en respuesta a las crecientes presiones de grupos animalistas que han denunciado el maltrato a estos animales durante más de un siglo.
Francisco, un fotógrafo que ha dedicado más de la mitad de su vida a retratar a los burros cebra en esta emblemática avenida, compartió su experiencia y la transformación que ha tenido lugar. “Aquí con el burro cebra desde el 90 empecé; ahorita tengo 63 años de edad. Mira, ya ves que estaba antes el burro vivo que estuvo más de 120 años. Resulta que protección animal anda de moda, entonces mucha gente decía: pobrecito animalito, qué maltrato animal”, comentó Francisco.
La presión social ha llevado a fotógrafos y propietarios de burros cebra a replantear su relación con los animales. “Mirando las fotos del burro vivo, duramos como dos semanas. Está hecho de madera, y ya se escombro con la pintura y todo, y quedó bien”, agregó Francisco, refiriéndose al proceso de creación del prototipo.
La aceptación del nuevo modelo ha sido positiva. “Si lo aceptaron, se ve igual que como el burro vivo”, afirmó, destacando la importancia de mantener la esencia del icónico burro cebra, pero ahora en una versión más ética y sostenible.
Los grupos animalistas en Tijuana han celebrado esta iniciativa como un paso hacia el bienestar animal. Frank Ortiz, abogado de Animalistas de México, comentó sobre el impacto positivo que este cambio puede tener en la percepción del trato hacia los animales en la ciudad.