Tijuana – Como cada año, la devoción a la Virgen de Guadalupe reunió a miles de personas en la Catedral de Guadalupe del Río, en una celebración llena de fe, esperanza y gratitud. La festividad, que tiene lugar cada 11 y 12 de diciembre, es un testimonio del profundo cariño y respeto que los creyentes profesan a la figura emblemática de la fe católica en México y el mundo.
“Muchísimo, me ha hecho muchos milagros, y creo cien por ciento en ella,” comentó una devota, destacando el papel de la Virgen como un pilar de fe y consuelo en momentos de necesidad. Otro creyente agregó: “Cada año vengo, porque soy devota de la Virgen de Guadalupe.”
Las calles se llenaron de danzas, procesiones y largas caminatas de fieles que acudieron para agradecer y renovar su fe. La celebración también se convirtió en un espacio de unidad que congregó a distintos sectores de la sociedad, desde migrantes hasta comerciantes, como lo explicó Israel Ángeles, de la Arquidiócesis de Tijuana: “La Virgen de Guadalupe reúne a los diferentes sectores. Desde muy temprano, los peregrinos llegan para presentarle sus necesidades.”
Este evento no solo reafirma la fe de los católicos, sino que también destaca la capacidad de la Virgen de Guadalupe para unir a comunidades en torno a una tradición llena de espiritualidad y esperanza.