San Diego | En una medida sin precedentes, el gobierno del presidente Donald Trump autorizó la intervención directa del Ejército en ciertas zonas federales de la frontera sur para detener a personas migrantes que crucen ilegalmente. Esta decisión histórica representa un cambio significativo en el rol de las fuerzas armadas, que tradicionalmente no tienen facultades para aplicar la ley dentro del territorio nacional, salvo en circunstancias excepcionales.
La acción se enmarca en un despliegue militar que comenzó en enero, con cientos de soldados enviados a la frontera bajo el argumento de proteger la seguridad nacional. El nuevo memorando presidencial permite a los militares actuar en la llamada Reserva Roosevelt, un corredor de 18 metros de ancho que atraviesa los estados de California, Arizona y Nuevo México. Esta franja fue establecida a principios del siglo XX por el presidente Theodore Roosevelt para combatir el contrabando, y recientemente fue transferida al Departamento de Defensa, después de haber estado bajo control del Departamento del Interior y del Departamento de Seguridad Nacional.
El Ejército podrá ejercer autoridad sobre ese territorio como si se tratara de una instalación militar, lo que incluye la detención de personas que ingresen sin autorización y su entrega a las autoridades civiles correspondientes. El documento oficial aclara que esta medida excluye expresamente a las reservas federales indígenas.
Durante los primeros 45 días se realizará una fase de prueba, pero el secretario de Defensa podrá ampliar la medida a otros terrenos federales si lo considera necesario. El objetivo declarado es reforzar la capacidad del personal militar para combatir amenazas como el tráfico de drogas, la migración ilegal masiva, el tráfico de personas y otros delitos transfronterizos.
Bajo este nuevo esquema, los soldados trabajarán en coordinación con agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos para establecer perímetros de seguridad y puntos de control. Las autoridades afirman que esta estrategia permitirá proteger mejor el territorio frente a lo que consideran ataques constantes a la frontera.
Hasta el momento, la Patrulla Fronteriza no ha emitido declaraciones sobre la medida, que marca un cambio sin precedentes en el uso del poder militar en temas de seguridad migratoria.