Visitantes y abogados deberán someterse a inspecciones o perderán derecho de contacto
California | A partir de este lunes, toda persona que ingrese a una prisión en California, incluidos visitantes, abogados y personal penitenciario, estará sujeta a registros con perros entrenados para detectar contrabando, como parte de una nueva política estatal del Departamento de Correcciones y Rehabilitación.
La medida busca detectar drogas y artículos prohibidos que ingresan a los centros penitenciarios, luego de múltiples críticas por el manejo de la crisis de narcóticos. Autoridades advirtieron que quien se niegue a ser revisado con caninos podrá perder el derecho a visitas con contacto físico, e incluso ser excluido de futuras visitas a cualquier prisión estatal.
La decisión ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos, quienes advierten que la medida puede facilitar abusos, discriminación y revictimización. Organizaciones como Bridges of Hope señalan que las familias ya enfrentan barreras emocionales y económicas, y que esta política podría disuadir visitas esenciales para la reintegración social de las personas privadas de libertad.












