El caso legal que involucra a Sean Combs, conocido artísticamente como P. Diddy, ha tomado un giro significativo con la revelación de que más de 100 personas planean presentar nuevas demandas en su contra por abuso sexual y explotación. Esta información fue confirmada por el abogado Tony Buzbee, quien representa a las víctimas.
Sean Combs fue arrestado el 16 de septiembre de 2024, enfrentando múltiples cargos que incluyen tráfico sexual, asociación ilícita y explotación sexual forzada. A pesar de ofrecer una fianza de 50 millones de dólares, se le negó la libertad bajo fianza, y actualmente se encuentra en una prisión federal. La fiscalía sostiene que Combs es el jefe de una “empresa criminal” que obligaba a mujeres a mantener relaciones sexuales bajo amenazas de violencia, inseguridad económica y daño a su reputación. Combs se ha declarado “no culpable” de todos los cargos.
Durante una rueda de prensa, el abogado Buzbee enfatizó la seriedad de la situación. Las nuevas demandas incluyen testimonios de presuntas violaciones, algunas de las cuales involucran a personas menores de edad. Según Buzbee, su equipo legal ha recopilado información de diversas víctimas que relatan agresiones ocurridas durante fiestas organizadas por Combs, donde se les obligaba a beber alcohol para permanecer en el evento.
“En el 90% de los casos, estos individuos fueron drogados con algún tipo de sustancia. Este era un tipo de modus operandi”, declaró Buzbee, quien también mencionó que algunos abusos se cometieron bajo la promesa de contratos en la industria musical.
Uno de los casos más alarmantes mencionado por Buzbee involucra a un niño de 9 años que supuestamente fue abusado sexualmente durante una audición en Bad Boy Records, el sello discográfico fundado por Combs en 1993. Otro caso involucra a una joven de 15 años que fue invitada a la casa de Combs, donde se alega que fue sometida a violencia.
En solo 10 días, Buzbee y su equipo han recibido más de 3,000 llamadas de personas que desean compartir información sobre sus experiencias, lo que resalta la magnitud del problema.
El caso contra Sean Combs es significativo no solo por la cantidad de acusaciones, sino también por la gravedad de los cargos. Si es declarado culpable, podría enfrentar una condena de cadena perpetua, con un mínimo de 15 años de prisión. El juicio está programado para inicios de octubre, lo que promete ser un evento mediático de gran interés.
El desarrollo de este caso ha puesto en el centro del debate las cuestiones de abuso sexual y explotación en la industria del entretenimiento. Con un número creciente de acusaciones y una comunidad dispuesta a alzar la voz, el caso de Sean Combs podría marcar un hito en la lucha por la justicia y la rendición de cuentas. A medida que las nuevas demandas se presentan, la atención se centrará en cómo se desarrollarán los procedimientos legales en los próximos meses.