Tijuana — Con el inicio de las tan esperadas vacaciones de primavera, muchos californianos buscan disfrutar de las cálidas playas de la región mexicana. Sin embargo, este año, un oscuro secreto acecha bajo las olas: la contaminación. Las playas de Tijuana y sus alrededores no son aptas para el uso recreativo, según advierte Margarita Díaz, Directora del Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental.
“Las playas no están aptas para los locales, no están aptas para los turistas”, afirma Díaz, quien monitorea constantemente la calidad del agua en la región. Expertos coinciden en que estas playas están plagadas de contaminantes, convirtiéndolas en un riesgo para la salud pública.
Abraham García Alvarez, involucrado en proyectos ambientales en la zona, declara: “Aquí en Tijuana, nuestra playa tiene 3 zonas, cada una con sus respectivas características, y todas tienen basura”. La situación es preocupante, pero aún así, muchos turistas desconocen el peligro al que se exponen.
Los niveles de enterococos en las playas de Tijuana superan los 15 mil por cada 100 mil mililitros de agua, una cifra alarmante que indica un alto riesgo para la salud. A pesar de las evidencias, la falta de acción por parte de las autoridades deja a la comunidad expuesta.
Mientras tanto, algunos turistas tratan de encontrar esperanza en medio de la desolación.
