Algunos ya empezaron a utilizar el carril exclusivo para las unidades del SITT en Tijuana aunque la mayoría todavía no. La semana pasada, el ayuntamiento anunció que durante 7 meses no sancionará a los automovilistas que lo usen, medida que para muchos es buena.
Quitarle el carril exclusivo podría ser el tiro de gracia para este proyecto de transporte público que ha costado miles de millones de pesos.
Con casetas vandalizadas y abandonadas, sin carril exclusivo y sólo cuatro camiones operando con una frecuencia de una hora, el SITT tiende a desaparecer, en una ciudad donde sus habitantes no pierden la esperanza de un proyecto magno del transporte que funcione.
Para otros, la solución podrían ser más obras.
La crónica de una muerte anunciada para el SITT ya tiene fecha; si en 7 meses los operadores no presentan una propuesta convincente, las autoridades extenderán de manera permanente el aval para circular por el carril confinado.