LOS ÁNGELES —Los Ángeles vivió su quinto día de protestas con enfrentamientos y detenciones tras manifestaciones contra las redadas migratorias y la militarización. El lunes hubo actos de vandalismo y uso de gases lacrimógenos; el martes, manifestantes bloquearon la autopista 101, generando más arrestos.
Ante la escalada, la alcaldesa Karen Bass anunció la implementación de un toque de queda limitado, aunque no se han dado detalles sobre su duración. Por otro lado, un juez fijó para este jueves la audiencia sobre la petición del gobernador Gavin Newsom de frenar el despliegue adicional de la Guardia Nacional y marines ordenado por el presidente Donald Trump. Las tensiones continúan cerca de edificios federales, como en la calle Alameda, donde la policía cerró accesos y autorizó el uso de municiones no letales para contener a los manifestantes.