San Diego – En un esperado giro para la región de South Bay, el presidente Joe Biden firmó un proyecto de ley de financiamiento federal que destinará 250 millones de dólares para reparar y ampliar la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales, una medida crucial para resolver la grave crisis ambiental provocada por las aguas residuales del río Tijuana. La alcaldesa de Imperial Beach, Paloma Aguirre, quien ha estado al frente de esta lucha durante meses, viajó a Washington D.C. a principios de diciembre en un último esfuerzo por asegurar los fondos necesarios para abordar el problema. Este proyecto de ley, que finalmente fue aprobado, representa una victoria significativa para los residentes de la zona, quienes han sufrido durante años las consecuencias del mal manejo de las aguas residuales que afectan la salud pública y el medio ambiente.
El anuncio fue recibido con alivio, ya que la planta de tratamiento, ubicada cerca de la frontera sur, ha enfrentado limitaciones en su capacidad para procesar las aguas residuales de la región. La alcaldesa Aguirre expresó su satisfacción por el avance logrado, aunque subrayó que la lucha aún no ha terminado. A pesar de los avances, el problema de las aguas residuales sigue siendo un desafío complejo que requiere soluciones sostenibles a largo plazo.
Este proyecto es solo el comienzo de una serie de medidas necesarias para mejorar la calidad del agua y proteger la salud de los residentes de la región. Aguirre destacó que, aunque la firma del proyecto de ley es un paso positivo, la comunidad seguirá presionando para obtener más recursos y garantizar que las soluciones implementadas sean efectivas y duraderas. Los residentes de South Bay, que han soportado las consecuencias de la contaminación durante años, ahora tienen razones para esperar un futuro más limpio y seguro.
