Quiso cruzar a Estados Unidos de varias maneras y no lo logró.
En Estados Unidos hay personas que llegaron sin papeles, pero en México hay muchas otras que se quedaron en el intento.
Ramiro, por darle un nombre a quien nos pidió el anonimato, experimentó diferentes formas de cruce como indocumentado, hasta que fue privado de su libertad.
Su primero intento fue con una escalera hechiza que los polleros o coyotes colocan mientras en otro punto del muro crean una distracción para que la patrulla fronteriza abandone su área, pero Ramiro al caer se fracturó el pie.
En Estados Unidos, las autoridades lo operaron del tobillo y cuatro días después lo deportaron. Ya que se recuperó, intentó cruzar por la garita, con papeles falsos de una persona parecida a él.
Su tercer intento fue en otra ciudad, primero por un canal de aguas negras y luego con una escalera brincando el muro.
Su cuarto intento fue por los cerros pero después de una larga caminata fue detectado. Lo intentó por el muro, la garita y los cerros, sólo le faltaba el mar y lo hizo.
Esta vez cuando lo llevaron al centro de detención en Estados Unidos, conoció a un supuesto migrante que tenía contacto con un supuesto pollero que garantizaba el cruce, pero en realidad fue un gancho para detectarlo, con familiares en Estados Unidos dispuestos a pagar 12 mil dólares.
Amenazado fue llevado a una casa donde lo mantuvieron privado de su libertad.
Y así fue como este migrante se quedó sin dinero y sin ganas de cruzar a Estados Unidos, por lo pronto regresará a su tierra e intentará salir adelante. Compartió su testimonio para alertar a otros sobre los peligros que hay al tratar de alcanzar el llamado sueño americano.