San Diego.- El Distrito Escolar Unificado de San Diego y su ex superintendente Lamont Jackson enfrentan graves acusaciones de acoso, discriminación y represalias presentadas por dos ex empleadas del distrito, Monika Hazel y Tavga Bustani. Ambas educadoras, con largas trayectorias, afirman haber experimentado conductas inapropiadas bajo el liderazgo de Jackson, incluyendo insinuaciones sexuales no deseadas, represalias tras rechazar sus avances y degradaciones laborales. Hazel asegura que Jackson le ofreció oportunidades de liderazgo a cambio de favores sexuales, y Bustani lo acusa de visitarla sin invitación en su casa durante horas laborales mientras estaba enferma. Además, la entonces superintendente adjunta y actual superintendente interina, Fabiola Bagula, también es señalada por represalias en estos casos.
Las demandas presentadas buscan justicia y daños monetarios no especificados para compensar la pérdida de sus carreras. Jackson fue despedido en septiembre tras una revisión de la junta educativa que corroboró relatos creíbles de mala conducta. El distrito aún no ha sido notificado oficialmente de las demandas, pero asegura que tomará medidas para proteger sus intereses. Este proceso legal podría extenderse, dado que los casos de esta índole suelen requerir investigaciones exhaustivas debido a la naturaleza confidencial de la información involucrada.
