Las autoridades estadounidenses investigaron durante años alegaciones sobre personas cercanas al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quienes supuestamente se reunieron y recibieron millones de dólares de cárteles de drogas. Aunque no se abrió una investigación formal, AMLO negó vehementemente las acusaciones, llamándolas “completamente falsas” y exigiendo que el gobierno de EE. UU. aborde el tema. El informe del New York Times reveló vínculos potenciales entre operativos de cárteles y asesores mexicanos cercanos a AMLO. Aunque las autoridades no encontraron conexiones directas entre AMLO y organizaciones criminales, la controversia aumentó cuando el presidente mostró públicamente el número de teléfono de una periodista del NYT que investigaba estos vínculos.
Este polémico acto generó críticas sobre la privacidad y seguridad de los periodistas, y la Fiscalía General de México anunció una investigación sobre la divulgación del número de teléfono. Estos eventos intensifican la atención sobre AMLO en medio de su gestión, ya cuestionada por la lucha contra los cárteles y la libertad de prensa.
Además, se suma a la larga lista de desafíos y críticas que ha enfrentado durante su presidencia, mientras se encuentra en los últimos meses de su mandato. La administración de AMLO se enfrenta a una mayor escrutinio en el ámbito nacional e internacional, lo que podría impactar su legado y la percepción de su gobierno en los años venideros.
