Después de que NASA confirmara el lanzamiento de Artemis I la mañana de este 29 de agosto, un problema en uno de los motores de propulsión detuvo el despegue programado. Habiéndose enfrentado a un día de demoras debido a tormentas en el Kennedy Space Center en Florida, NASA encontró un derrame de hidrógeno líquido, mismo que se utiliza para enfriar los motores, problema que se llegó a presentar en abril durante sus prácticas de conteo. Del sistema de 4 líneas de hidrógeno, 1 de ellas presentó la falla que resultó en la terminación del conteo para despegue, y que seguramente fue la frustración y decepción de los más de 25,000 trabajadores en NASA.
La siguiente oportunidad de poder continuar con el lanzamiento, considerando que los problemas encontrados el día de hoy puedan ser resueltos es este viernes a las 12:48 de la tarde hora local. Debido a las cambiantes posiciones de la luna contra la tierra, de no ser posible el lanzamiento hacia este viernes, tendría que posponerse hasta el 5 de septiembre a las 5:12 de la tarde para poder coincidir con su objetivo.
“No lo lanzaremos hasta que esté bien”, dijo Bill Nelson, Administrador de NASA, “Es una máquina muy compleja, un sistema muy complejo y todo eso tiene que funcionar”. Nelson agrega que todo esto es parte del negocio espacial, y sobre todo, de un vuelo de prueba.
Artemis I es el primero de la nueva serie de misiones que llevarían una tripulación humana a la luna por primera vez en casi 50 años, entre ellos a la primer mujer y primer hombre de color. Esta primera misión, sin embargo, viajaría sin tripulación y es prácticamente una prueba para poner en marcha el nuevo, más poderoso cohete que NASA ha desarrollado hasta el día de hoy valorado en 4,100 millones de dólares.
NASA ofrecerá en su primera oportunidad una conferencia de prensa al respecto para detallar las causas de la fuga de hidrógeno y de otros percances previos al lanzamiento.